La semana pasada, una empresa estadounidense de soja con sede en Iowa, Schillinger Genetics INC, publicó una propuesta para registrar su primera variedad de soja en Argentina. La variedad no es OGM y pertenece al grupo de madurez IV.
A principios de este año, Benson Hill Biosystems (BHB) anunció la adquisición de Schillinger Genetics, también conocida como eMerge Genetics, para acelerar el desarrollo de variedades de soja con alto contenido proteico y sin OGM para la cadena de suministro de alimentos. BHB es una de las empresas más dinámicas en el campo de la edición de genes.
Mientras tanto, fundada en 1999, Bullmark es una empresa familiar con sede en la ciudad de Junín (provincia de Buenos Aires), que brinda servicios de cultivo a terceros como Don Mario, Nidera o Cargill.
Se centran en palomitas de maíz, legumbres y cultivos de soja, proporcionando a sus clientes servicios para la producción, almacenamiento y procesamiento de productos agrícolas. El ingeniero agrónomo Estanislao López Molinari lidera la producción de cultivos y es responsable del registro de una nueva variedad de soja VK 44P41.
"Sin duda, esta es una buena noticia de que una compañía de clase mundial como Benson Hill decide trabajar con socios locales en Argentina", dijo el agrónomo Javier Presiado Patinho, fundador de RIA Consultores.
"En la industria argentina de la soya, predominan las variedades de OGM destinadas a la industria de piensos, pero hay una creciente demanda de soja sin OGM para su distribución a la industria alimentaria, y ya hay algunos productores que producen esta especialidad", agregó.
"Por otro lado, la tecnología de edición de genes puede ser una forma devastadora de aumentar los rendimientos y la calidad de los cultivos sin entrar en la estructura de los OGM", concluyó.